✨5 pasos para aprender a meditar y sus mayores beneficios

¿Qué significa aprender a meditar y cuáles son sus mayores beneficios?

La meditación es una práctica en la que el individuo coloca la atención plena y/o enfoca su mente en un objeto, pensamiento o actividad en particular para entrenar y crear o desarrollar un estado mentalmente claro y emocionalmente tranquilo y estable.

Es un ejercicio mental que implica relajación, concentración y consciencia; poder observar nuestros pensamientos y sentimientos sin juzgarlos ni apagarlos y comprenderlos mejor, estando en el presente, aquí y ahora; pensar y reflexionar profundamente sobre algo, contemplarlo, haciendo introspección.

La meditación nos permite pasar del ruido al silencio y es ideal realizarla antes de desayunar y/o antes de cenar porque baja nuestro metabolismo, respiración y temperatura corporal.

Si la hiciéramos después, dificultaría el proceso de la digestión pues éste requiere que el metabolismo actúe y se acelere.

Una de las funciones de la meditación es calmar la mente y este aquietamiento genera muchos beneficios a nivel físico, emocional, espiritual y mental.

Requiere de:

Un espacio tranquilo y sin molestias externas
Quietud corporal
Respiración consciente y lenta por la nariz
Música relajante o sonidos de la naturaleza
Mantener los ojos cerrados para favorecer la conexión con uno mismo, desde adentro
Posición sentados, piernas cruzadas, pies apoyados en el piso o suelo, espalda recta y erguida sin tensar
Se puede acompañar con mudras (palmas hacia arriba para recibir; palmas hacia abajo para conectar a tierra, etc.)
Cumplir una rutina diaria, comenzando con unos pocos minutos e ir acrecentado el tiempo a medida que se va haciendo hábito.

Beneficios de la meditación:

Mejora el resultado de los tratamientos médicos, tanto físicos como psicológicos.
Alivia estados de depresión, ansiedad, estrés, adicciones, insomnio, dolores de todo tipo y sufrimientos.
La meditación regula las emociones aumentando la serenidad y el bienestar interno general.
Permite ir hacia la iluminación, el autoconcepto, el autoconocimiento, la autodisciplina, la espiritualidad, la autorrealización y adoptar una perspectiva más saludable hacia las cosas.
Permite relajar el cuerpo y la mente, lo que favorece el descanso, mejora las horas de sueño en todo sentido, en cantidad y calidad.
Al favorecer la relajación, actúa como analgésico, aliviando así algunos síntomas o dolores temporales o crónicos, lo que permite un mayor rendimiento físico y mental.
Genera una sensación de bienestar, paz, equilibrio y tranquilidad.
Ayuda en la recuperación y prevención de las enfermedades.
Oxigena el organismo al hacer hincapié en la respiración y dedicarle a ésta un tiempo, el adecuado para ti, con plena consciencia y atención. (Ver nota sobre la importancia de una buena, correcta y efectiva respiración)
Nos fortalece frente a la adversidad.
Nos permite ubicarnos en un lugar más activo en nuestra propia vida, aprendiendo a ser protagonistas, haciéndonos cargo, asumiendo y desarrollando una actitud de cuidado hacia nosotr@s mism@s y hacia los demás; modificar la mirada o el punto de vista sobre lo que estamos transitando o padeciendo, siendo esta visión más positiva y real, observando y analizando las posibilidades o alternativas para aplicar en el propio proceso de sanación.
Actúa fortaleciendo y mejorando el sistema inmune.
Regula la presión arterial.
Permite que disminuyan los dolores de cabeza, cefaleas, etc.
Permite ser más objetiv@s, ver la realidad y aceptarla tal y como es.
Aumenta la capacidad para disfrutar del momento presente.
Incrementa la concentración, el enfoque mental, la creatividad, la productividad, la atención y la escucha activa.
Minimiza la distracción y el actuar en automático.
Reduce la impulsividad, el enojo, la ira, la bronca y las reacciones efusivas.
Potencia la autoconsciencia.
Acompañada con mantras, limpia impresiones antiguas del sistema nervioso o huellas en la consciencia.
Ayuda a mejorar y aliviar el insomnio.
Reduce el envejecimiento.
Da felicidad.
Nos mantiene más saludables.

Son infinitos los beneficios que tiene la meditación sobre nuestro cuerpo físico, mental, espiritual y emocional, por eso, te comparto los 5 pasos para aprender a hacerla y lograr grandes resultados:

El primer paso consiste en lograr tu propio silencio, lo que se consigue centrándote en vos mism@, sin importar los ruidos del mundo exterior.

El segundo paso consiste en escuchar el silencio, haciendo hincapié en tu respiración, tu equilibrio, la relación de tu cuerpo con tu ser, con tu esencia y tus 4 planos en conjunción (físico, mental, emocional y espiritual)

El tercer paso consiste en guardar esta sensación en tu memoria, registrar este momento y repetirlo cuando lo sientas necesario, cuando la situación lo requiera.

El cuarto paso consiste en la práctica habitual, sin importar la duración. Lo más importante es que durante ese tiempo de meditación lo hagas a consciencia y en conexión íntima e íntegra con todo tu ser.

El quinto y último paso es transmitir y contar a otros tu experiencia.

Todo momento es bueno para hacerlo, sin obligaciones ni exigencias para así poder desarrollar tu escucha, tu intuición, tu percepción, tu atención y conectar con el amor universal.